martes, 13 de septiembre de 2011

"-Un tiquete de ida sin regreso, por favor."

Querer deshacerse; Partícula a partícula en al aire. Urbano. Frío de la ciudad.


El tedio, La ausencia de ganas La soledad. Callejones abstractos, Un poco lejos, Un poco rudos, Un poco de suciedad. En ti, en mí; Entre el espacio que se forma entre los dos. Reaparecer y aparecer entre tus garras. Ferviente, Tan diferente, Tan cálido, Tan como tus labios en los labios de una noche de verano.


Pero lejos, canta tersa, Tu ausencia marca más, Presente, Ausente, En tu mirada no estás, Y mi mente, tan triste, Tan fuera de lugar. Te miro sin mirarte, Te imagino sin tocarte y en presencia desearte, Me ahogo aún más. ¿Quién eres tú, caminante despavorida? ¿Quién soy yo, musa ausente, escritor sin papel? Que en la tinta de tus besos y mis labios, siempre tensos. Mi historia escrita en el asfalto, Yo mismo cuestione.


Y triste consecuencia, De mis propias indecencias. Por el vaivén de mis caderas, Se forman estrechas carreteras; Si, Por el vaivén de mis caderas; Busca, recorre, Traza con tus dedos, Tus dientes rugosos, Mi arena dispersa, Ver tu roce. Pero el tacto no me llega.


¿Estamos, besamos, nos dejamos? Bajo las hojas del otoño, continuamos, Jadeante, Veo el mecer de tus pulmones arrullando mi compás. Frenética, gritando, Bajo tu mirada recelando, Se ahoga en mi garganta; Corre la voz, Corre el llanto, Corre el miedo. Y estático, no corro yo, Que lejos o cerca, En mis o tus caderas, Triste, yo me asusto. Lentamente me pregunto; En ti y sin ti, En mí y sin mí…





Que hicimos mal.

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